viernes, 16 de octubre de 2009

Entrevista a Doña Roberta, vecina de A. Tepepan e integrante de Vida Digna

DOÑA ROBERTA: Me gusta mi tiempo, me gusta crecer, porque mi etapa de hijos ya acabó, entonces yo voy mucho a la iglesia, leo la biblia, tengo cursos; curso que yo necesito curso que me meto. El curso de hidroponia si me gusta porque yo soy hija de campesinos y me gusta, mi papá sembraba café plátano, son campesinos los que siembran en la región, entonces la hidroponia me gusta igual, porque así no tiro la basura, ya que la misma basura me sirve para sembrar y es más sano y más saludable. Luego desde mi ventana veo mis hortalizas, me gusta tenerlas aquí abajo, porque yo las puedo tener allá arriba pero, me gusta verlas y cuidarlas, las veo tres veces al día, las riego, las siento parte de mí, me encariño con ellas y por eso las quiero tener aquí cerca.

Eso me gusta porque a mis nietos les enseño cosas, porque sus papás no tienen tiempo de llevarlos a cursos o talleres, entonces yo los llevo y les gusta ¡algo les ha de servir y algo se les ha de quedar!.

Las salidas que se han hecho también me gustan porque te despejas de la ciudad, por ejemplo ahora que fuimos a Chiapas, ves diferentes cosas, diferentes culturas, diferente educación, diferente aspecto que tienen las personas. A mí me encanto San Juan Chamula, pero lo que más me encantó son las mujeres, pobrecitas, no en el mal sentido, me refiero que sufren mucho, que cargan al hijo, a que ven los animales, que tienen que atender al marido para darle la ropa, y todavía tienen que utilizar su tiempo cuando les toca guardia y ¡pobres mujeres han de terminar! Yo duermo un rato en la tarde, no siempre pero descanso, pero esas pobres mujeres, a lo mejor muchas no tienen ni tele, tienen muchas carestías, que está bien, esas carencias que tienen ésta bien porque no les quita el tiempo eso de ver tele o oír radio, ese tiempo lo invierten en los animales, en tejer, hilar, en ir a vender, pobres mujeres trabajan mucho como para estarles regateando en su labor que hacen, porque si quieren 70 pesos, 70 pesos se les paga y hasta eso está mal pagado por la labor que hacen y yo pienso que a la larga, nosotros no vamos a tener que comer, y ellas sí, porque ellas tienen la tierra y ellas van a sembrar algo y se les va a dar. Tu por ejemplo, ustedes tienen estudios, yo no los tengo, ya voy de salida, pero la nueva generación estudió para tener dinero y comer pero que va a comprar si no a haber que, tal vez tenga dinero pero no habrá que, de esto no estoy hablando ni de Olga ni de Paco (hijos de Doña Roberta) estoy hablando de los nietos de Odón (un vecino), al rato tantos que somos, y ¿va a haber agua?, eso me preocupa, y en cambio los que tienen tierras, los que tienen manantiales, los que tienen arroyos, como la Coca que anda comprando yacimientos, y ellos van a tener que beber, van a tener que comer, en cambio los de la ciudad no van a tener, van a tener dinero pero si todo viene del campesino, cómo, ni modo que coman dinero. Va haber mucha tecnología, más de la que ya tenemos , pero ¿con qué?, vamos a tener dinero pero quién sabe si tengan su papa o quién sabe si tengan unos quelites.

Eso es lo que a mí me preocupa, yo les digo a los niños cuiden el agua, y ellos dicen ¡qué se va a terminar si hay mucha! pues sí pero no la vas a poder beber, yo creo que oyen las noticias y dicen que ya la están destilando y purificando, dicen, ¡sí vamos a tener mucha agua!, pero eso está en proyectos, de aquí hasta que eso sea…. Y no va a estar como la que nace natural como la que tenemos aquí en Xochimilco que tenemos un agua bien buena y en otros lados…

Yo me pongo a pensar, cuando Olga empezó a trabajar su primer trabajo fue vender agua Santa maría, el agua Santa María como que es un amigo o un socio de la Coca y se los llevaron a un manantial de Puebla o bueno no recuerdo, y me dijo un día, mamá es que nos van a llevar a unos manantiales y las llevaron a los manantiales y pues me puse a pensar y entonces ellos compraron ese yacimiento de agua que está por Puebla y les dijeron que de ahí traían el agua, para venderles un agua con minerales naturales, entonces ellas tenían que dar esa información, vender el agua con esa información. Y bueno, entonces ella me contó todo lo que le habían dicho, pero yo no sabía muchas cosas, y ese día que fuimos a Chiapas (paseo organizado por los vecinos de Ampliación) alguien dijo que la Coca quería comprar un nacimiento de agua y que los nativos no se lo permitieron, entonces me acordé de lo que había pasado con Olga, de su trabajo, y que ellos lo compraron, entonces la Santa María que estaba respaldada por la Nestlé que es un producto de Suiza o de Alemania pero ya se separó, el agua Santa María ahora ya es solo Santa María, entonces de ahí me acordé que estos nativos no le quisieron vender y yo dije que bueno que hicieron eso, todo lo que escuche se me quedó bien marcado, en ese viaje, porque ahí comprobé que si es cierto, el otro día pasaron ustedes un programa en donde decían que los grandes industriales están vendiendo el agua a ocho pesos el litro de agua, en Canadá o algo así, entonces vino a mi mente y entonces no sólo es el viaje de ir a ver si no que te queda un crecimiento, de ver las riquezas de tu pueblo de tu patria y ver el saqueo que hacen las empresas.

Pero por ejemplo ustedes que andan haciendo esto, y que no reciben ni un salario, y que están luchando o bien que están abriendo los ojos a las personas como nosotros, yo pienso que su trabajo va a dar frutos a futuro, no se va quedar así, esto no es de un año, dos años, esto es creo como para unos cinco años, pero va haber frutos, es como lo que yo siembro germina y se cosecha, yo creo que ustedes así lo van a ver después, ahorita va muy despacio pero creo que más a futuro si va a tener, como decirlo, un brote que va a germinar, porque fíjate, yo entro a las tiendas y la leche está a 20 pesos la orgánica como 21 pesos un litro de leche y te dicen que es lo que las vacas comen y cosas así pero ve tu a saber si es cierto, que la leche está muy buena y que es orgánica si está a 20 pesos ¿quiénes la van a poder consumir?, son 20 pesos, a lo mejor si la podría comprar pero no la compro, se me hace cara, hoy muchos productos están caros.

ENTREVISTADOR: no cree usted que es porque parece que lo importante es tener dinero y con eso se puede tener todo, pero eso es lo que nos dicen, pero en realidad aquí estamos viendo, no sé que opine, que todo eso, como los productos orgánicos son los productos limpios, libres de pesticidas, más naturales y sanos y que esos productos los podemos tener nosotros si los cultivamos y no es caro, no tenemos que ir a una tienda de esas que son muy caras como Green Corner u otras marcas que venden los jitomates orgánicos y una infinidad de productos que son orgánicos.

DOÑA ROBERTA: tenemos que saber que es fácil tenerlos en casa solo que hay que proponérselo, por ejemplo unos muchachos que trabajan con Paco () ellos se van a trabajar por temporada a Estados Unidos y a algunos los han deportado, y él me regalo una tijera, porque él cultivaba uva y me regalo una tijera con la que podaba y el otro estaba en el rancho y un día vino y me dijo hay que bonitos están sus chiles y me pregunta ¿esto se dará allá en el rancho? Yo le dije que sí y él me respondió, fíjese que con el pesticida y con los fertilizantes aunque esté la cosecha bien no se puede dar el chile, ellos lo saben porque ellos se lo echan a la caña para que la hierba se muera, entonces el fertilizante ayuda a una cosa pero afecta otras, y yo le dije que sí lo podía sembrar, pero dice que a veces el mismo polvo que contiene fertilizantes afecta la cosecha y eso pasa con el frijol y con el chile.

ENTREVISTADOR: Imagine entonces lo que pasará con las personas que están respirando eso, probablemente sea toxico para las personas.

DOÑA ROBERTA: Sí, sí es toxico porque se ponen cubre bocas y luego tienen que tomarse un litro de leche, el campesino que tiene leche, se toma la leche, y el que no, toma agua de limón. Pero hay muchos que riegan fertilizantes. Por ejemplo…. en la familia de mi papá a veces cuando sembraban regaban pesticidas y se ponían su pañuelo porque no tenían cubre bocas y se ponían otro pañuelo encima y también un sombrero porque afecta a los ojos. En ese mismo llegaban con sus manojos de quelites, a mi me gustan mucho los quelites, así como aquí que ves que salen los quelites blancos, allá salía la hierba mora, con pesticida, y ese es el alimento del campesino, a mí me chocaba antes cuando mi papá llegaba con sus hierba moras y nos decía “órale coman hierba moras, y mi mamá nos hacía las hierba moras, nos las comíamos en tacos, pero éramos chamacas y decíamos “hay yo no quiero esos quelites, no me gustan” ahora que vivo aquí el doctor me dijo que ya no comiera tanta carne por el colesterol, y ahora debo de comer verduras, uy pero ya no se dan los quelites por el herbicida.

Una vez vimos una película sobre los productos químicos y todo eso, me acordé de lo que está pasando….

ENTREVISTADOR: Si solo imagínese es solo un documental que hacen en Estados Unidos, que hacen en otros lados, ese documental hablaba de Mon Santo, en donde se hacen una serie de documentales que hablan sobre eso y que podría parecer muy lejano lo que sucede, pero usted me está diciendo que conoce a campesinos que trabajan la tierra y que se encuentran con esto, entonces el video muestra la realidad algo que está pasando en otros lugares y que usted está viendo que es cierto.

DOÑA ROBERTA: Cuando voy a Guadalajara me voy en avión, y cuando me fui en camión me puse a ver los sembradíos de los que nos habló Paco y Sara nos habló de sembradíos, de que hay algunos que tienen seña, seña de semillas orgánicas y otras semillas que son transgénicos y sí vi eso, estaban marcadas, tenían esa seña de la que hablaban, y eso es importante, si yo no lo hubiera escuchado en los talleres...

ENTREVISTADOR: Lo interesante es saber cómo es que ha cambiado su vida con las actividades que realiza con sus vecinos, para aprender, conocer y también hacer lo posible para compartir eso con sus nietas. ¿Entonces ha cambiado su vida?

DOÑA ROBERTA: Yo creo que sí, mi vida ha cambiado

ENTREVISTADOR: A partir de cuando usted comienza a trabajar con los vecinos?

DOÑA ROBERTA: Tienen un año, un poco más

ENTREVISTADOR: ¿Cree que la colonia ha cambiado a nivel general, está cambiando la calle, los vecinos ?

DOÑA ROBERTA: No lo sé, pero cuando platico con otras compañeras, las escucho muy entusiasmadas, en los cursos a ellas no solo les enseñan hidroponia, les están enseñando y complementando el curso con información importante, como el proceso de la composta, que no solo la composta es importante y que así como cambia el proceso de la composta tiene que cambiar el niño, es decir la composta ayuda a germinar un huerto una planta, así la mamá y el hijo tienen que germinar amor, cariño, comprensión para que los hijos sean mejores, hasta a veces el papá del niño se acerca al taller y se entera de cosas que a lo mejor antes solo la madre se encargaba.

ENTREVISTADOR: ¿Para empezar a trabajar en los talleres como fue, cómo se enteró?

DOÑA ROBERTA: Yo me entere por los vecinos, tú tenías un letrero en tu casa y me interesó.

ENTREVISTADOR: ¿Qué es lo más que más le gusta de los talleres?

DOÑA ROBERTA: La convivencia y que aprendo, no solo aprendes a cultivar, aprendes a ser mejor, a dar tu tiempo, a ser solidario es decir, si puedes ayudar, ayudas pero de corazón. Y aprendes no solo de los mayores, aprendes de todos tus vecinos de los más grandes, de los más chicos, de los jóvenes, nunca terminas de aprender.

ENTREVISTADOR: ¿Cree usted que es cierto que entre vecinos nos ayudamos?

Yo sí creo que hay gente floja, que no van a la actividades porque están viendo la tele, sí se puede aprender, hay gente aquí que tienen familia en Pachuca, en Toluca, que tienen terrenos, entonces la información les sirve porque lo pueden aplicar. Yo cuando vaya a Guadalajara le voy a enseñar a mis vecinos lo que yo sé.

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