miércoles, 1 de octubre de 2008

Evento 5 de octubre



Cuando las cosas se hacen con el corazón, entre vecinas y vecinos con una planeación adecuada, oportuna y comprometida, el resultado es una comunidad conviviendo de la forma más hermosa.
Este domingo 5 de octubre, desde el medio día, disfrutamos de una dosis de música cálida a cargo de los Bossanónimos (quienes por tercera vez aceptaron compartir su talento con los vecinos de Ampliación Tepepan). La voz de "las gemelas", Mariana y Lucía, y la guitarra de Gabo volvieron a cautivar al público presente.
Despuecito, todos escuchamos con atención la plática amena del antropólogo y luchador social Gilberto López y Rivas. Su experiencia, su humor, su clara visión de lo que sucede en el mundo, y su capacidad de crítica y autocrítica, nos hizo reflexionar y preguntarnos cómo están las cosas y por qué están así; nos hizo recordar experiencias pasadas y presentes, momentos de lo que llaman historia, de derrota, tristes, pero también de organización, de autonomía, de buenos gobiernos del pueblo y para el pueblo, de resistencia aguerrida y congruente, de convicciones que hacen posibles mundos mejores, en dónde a pesar de todas las dificultades siempre queda la alegría de hacerse fuertes juntos, con la satisfacción de luchar por el bien de la comunidad, por el bien colectivo, y de hacer las cosas sin delegar o esperar la solución de fuera, de arriba.
Nos enojamos recordando las represiones de los movimientos verdaderos, la injusticia que cae sobre gente buena; recordando las mentiras, los robos y las traiciones de los malos gobiernos, impuestos desde arriba. Pero también nos reímos y miramos a nuestro alrededor y vemos experiencias que nos alientan y nos inyectan fuerza para organizarnos, también nos miramos a nosotros mismos y vemos lo construido colectivamente y nos damos cuenta de que podemos hacer muchas cosas, siempre juntos y organizados, miramos hacia adelante y creemos que es posible construir nuestro propio futuro, porque, de hecho, lo estamos haciendo.
La alegría estuvo presente en cada instante del domingo y llegó al punto máximo a la hora de comer juntos, compartiendo lo que cada quien puedo llevar… La comida estuvo deliciosa, pero lo mejor, indiscutiblemente, lo más valioso, fue estar juntos, platicar, reír, conocer más gente de la colonia y de los pueblos cercanos -como Tepepan- y lejanos, dispuesta a unirse, a contribuir, a informarse y difundir… a crecer en comunidad.
El domingo 5 de octubre vivimos nuestra Independencia, nuestra Autonomía, la que sólo nosotros podemos construir; demostrándonos que una Vida Digna es posible.

1 comentario:

Unknown dijo...

Bien por ese momento, bien por la persistencia. Ésta se desvanece en ocasiones, posiblemente por la falta de convicción, sin embargo, mientras más compañeros se sumen a los procesos de construcción y análisis de los fenómenos sociales, más oportunidades de continuar existen. Felicidades.